Una opción ideal para no tener que hacer un desayuno muy temprano, pero que tampoco se vuelva comida, es un brunch. 

Este tipo de comida se hace normalmente entre las once de la mañana y las dos de la tarde, principalmente los fines de semana, que es cuando la gente está más relajada y con más tiempo disponible para disfrutar con familia o amigos. 

Su origen proviene de las familias de la alta sociedad británica, quienes hacían una comida al regresar de su jornada de cacería y esto se fue esparciendo como costumbre alrededor del mundo. 

Al poner una mesa para brunch, seguramente vas a querer que sea el centro de atención. Aprovecha la hora del día para jugar con colores vivos, flores, mariposas, frutas, mezclar texturas que combinen perfecto. 

Puedes elegir un mantel completo o un camino de mesa, aunque para poder usar otros accesorios y que no luzca tan cargada, nuestra recomendación sería apostar por un camino de mesa. Suma unas lindas servilletas, dobladas de forma suave de acuerdo a la hora. 

También puede ser momento para usar unas copas de colores y servir mimosas, jugo o agua. No olvides unos portavasos lindos para mantener la limpieza en la mesa. 

Al centro, añade una tabla de quesos de sabor suave, carnes frías, nueces, pan y fruta. Para decorar la mesa añade flores con follaje en un florero lindo o canasta; si no te sientes tan atraído por las flores, decora con plantas suculentas, lavanda o romero. 

Para cada lugar coloca platos base que combinen con el camino de mesa, una vajilla sencilla, pero linda y cubiertos dorados que pueden utilizar a cualquier hora del día.

El toque final, los alimentos, que pueden ser desde crepas ligeras, tostas de aguacate, pan francés o huevos benedictinos. 

No olvides que en Be My Guest puedes conseguir todos los accesorios para un brunch que todos recordarán y querrán repetir.