Hoy en día las opciones de accesorios para mesa son muchas y una tendencia que cada vez se utiliza más son los platos base o también conocidos como bajoplato o plato de presentación. Se trata de  una base redonda (de 34 a 36 cm de diámetro) más grande que el último plato tendido que se usa. 

Lo mejor de estas bases es que pueden ser de cerámica, acero, madera o de tela y pueden hacer combinación con diferentes vajillas, lo que hace que no tengan un uso único y tu mesa se vea diferente en cada ocasión. También se pueden utilizar sobre manteles completos o sobre individuales para hacer contrastes de color. 

Los platos base se comenzaron a usar para proteger la mesa y manteles de manchas, golpes y altas temperaturas, y no como un accesorio estético.

Al colocarlos en la mesa toma en cuenta que entre cada plato base debe haber un espacio suficiente para los brazos de los comensales, y la orilla de cada plato base debe quedar a 3 cm del borde de la mesa.

OJO, en estas bases no deberás colocar alimentos, es decir, no deben ser utilizadas como platos comunes para el consumo. 

Por cuestiones de etiqueta, un plato base nunca se queda solo en la mesa, es decir sin ningún otro plato que lo acompañe, ya sea solo o con comida. Cuando se mueven los platos para servir la comida, se deben retirar con todo y base, y se regresan igual, juntos. 

Antes de servir el postre, el plato base se retira por completo.